martes, 1 de septiembre de 2009

La crónica

Aquello de no dormir por estar atormentado es un estado sobrevaluado por algún poeta malditista y malo. Pero en esas estoy desde hace 3 semanas, en las que no se puede escribir más que para el trabajo.
Esta es la primera parte de la crónica que tuve que hacer como parte del Taller de Crónica Cultural, en Colombia, evento causante de este insomnio que me apresto a dejar apenas mi carismática jefa se vaya a USA por tres semanas y yo pueda volver a vagar (y escribir)

Ps: Gracias FNPI

Los herederos del burro


Jaime Garcés Palacios coge su pipa mientras se protege del sol del mediodía sofocante con un sombrerito gardeliano. Se apoya en su auto, un Ford del 47 que posee desde que él tenía 50 años. Hoy lleva 72 y tiene los ojos color turquesa y sus pantalones marrón (carmelita, le dicen) se sostienen gracias a unos tirantes fuera de toda moda.
Su auto luce nuevo, bien cuidado. Brilla. Cuando Jaime se sube, con su atuendo tan singular, el cuadro se completa. El espectador casual se confundiría un poco en la época y pensaría que por algún sortilegio de las flores, se regresó al siglo pasado. Pero allí interviene Daddy Yankee que suena desde un parlante Sony a todo volumen y derrumba con su escándalo la intención del tiempo de ser uno que no volverá...

1 comentario:

Claudia M. Mostajo Díaz dijo...

¡Cuánto tiempo sin saber de Ud! Me alegra saber que aunque sin dormir, se encuentra bien. Saludos...