miércoles, 22 de junio de 2011

Redes raciales




“Abajo los indígenas amixer, vayan a cosechar las papas y a cuidar las llamas y no caguen el país”, encantador comentario de un cibernauta que expresa en su malestar ante los resultados del domingo 5 de junio. Lo peor de nosotros expresado en la vitrina mundial más mediática de todas: Internet.

Si las amenazas de los desesperados se manifestaran en hechos reales, en este preciso momento el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez debería estar colapsando ante la demanda de jóvenes muchachos emprendedores con IPad en mano que quieren salir del país. Los espera, según sus propios deseos, Europa o EE.UU., destinos inmediatos para su frustración electoral. Peru, Nebraska también aparece entre los rumbos de los conmocionados. Tienen derecho a meterse unos tubazos.

Vamos a pasar por alto las gruesas fallas ortográficas, tan comunes en un medio como el Facebook, y las construcciones gramaticales propias del lenguaje adolescente MTV. Vamos a considerar que se trata de opiniones personales que llevan una carga de desilusión, más allá de expresar su malestar interno, vamos a creer que son solo chistes de un humor bastante negro que no tendrían mayor reacción si no salen de la cofradía de amigos de colegio. Vamos a poner a un lado su evidente falta de información sobre términos como “ignorancia”, “socialismo” y “democracia”. Vamos, en resumen, a tratar de comprenderlos.

No. No se puede.

El fenómeno no es nuevo. Basta leer a Andrés Bedoya en su columna “La Ortiga” para saber que el deseo de exterminar poblaciones enteras con napalm no es solo un fotograma de “Apocalipsis Now”. Es intolerancia frente al que no es “como uno” o no es “lo que uno quisiera ser”, en un país que se ha empinado sobre los complejos de inferioridad que se refuerzan para mantener privilegios. El racismo ha encontrado una nueva forma de salir de su sarcófago y pasar de ser un simple comentario entre compadres a dardos envenenados contra lo que nos avergüenza, precisamente por ser peruano.

“Vergüenza Democrática” trata de recoger estas expresiones, poniendo en el Facebook cada frase intolerante y cargada de rabia que sale de los dedos de miles de cibernautas ignorantes que han volcado su bazofia después de la Segunda Vuelta. Pero la oferta es tanta que las idioteces aparecen por todos lados, como la iniciativa “Quema de libros de Mario Vargas Llosa”, que hasta el cierre de esta edición ya tenía 29 seguidores.

Sólo queda tratar de clasificarlos. He aquí un intento que pretende ubicarlos en algún lugar donde sus “ideas” podrían ser políticamente correctas. Conozcámoslos.

1. El aspirante a jefe de la ONPE, que ha entendido el problema y propone soluciones técnicas para cada trance electoral: “Deberían ser dos elecciones por separado. Un candidato para Lima, donde votamos los que queremos el desarrollo y crecimiento económico de nuestro país, y aparte, otro candidato para las demás provincias donde votan toda la sarta de” fronterizos” irracionales que buscan el beneficio personal sin importarles las consecuencias… por gente como ellos … es que el Perú siempre será un país tercermundista. Un lastima”.
2. El antimilitarista escatológico: “Cachaco de mierda, todavía no puedo creerlo, país de mierda”. Linda frase enviada desde un Blackberry.
3. El antropólogo con dispepsia electoral:
“No tengo nada contra los serranos pero la han cagado con sus votos”. Diplomático el chico.
4. El caudillo (tomando como referencia el comercial de una conocida cerveza también podría catalogarse como “El causita”): “¿Quién quiere ir a la Plaza de Armas a matar humalistas?” A ella le responde un entusiasta arequipeño, defensor del Patrimonio: “Yooooo, por que se están bañanado (sic) en tuturutu”
5. El nacionalista: “uno q kiere hacer patria… nos obligan a largarnos a otro pais”. Cosmopolita la muchacha, además de versada en el uso correcto del castellano.
6. El amigo elegido: “Estoy tan decepcionada de la gente de mi país. Prefiero no salir a la calle xq si veo a gente pobre los atropello”.

Como se sabe no hubo matanza alguna en la Plaza de Armas. Tampoco una fuga de talentos hacia países sin provincias. Pura bravata de miles de necios a los cuales se les protege con el anonimato de represalias que tampoco se buscan. El poeta Jesús Martínez encontró el sinónimo perfecto para este racismo: “Es miedo”. Miedo a perder lo que se tiene. “Al lado oscuro el miedo lleva” dice Yoda en su lenguaje que pone los verbos al final, como los titulares del diario El Pueblo. Al final el miedo es algo que todos hemos sentido alguna vez, y la forma de enfrentarlo es lo que separa a los valientes de los cobardes.

Recuérdalo cada vez que un tico te cierre el paso.